FUGGATA FENESTRA
(de la serie Prolegómenos a una habitación vacía)
Una puerta azotada
Nepótica con tu imagen tus baños cleopátricos de licor acidulado
De sostener tu frágil maxilar la copa
de escribir un pestilent a mis uñas escasamente limpias
onanismos y palabras de grifo antiguo
acicutadas
piras significantes en cuerpos instantes organizados sin vida
prostituídas
Moluscos letrados que lloran el contacto de los muertos aqueos y las transfecaciones proscritas
oh, mi rodeziano y epiléptico Artaud!
Desgranemos mis sincoherencias en el cuello inmenso de hierro de dios mordido por miles hormigas mantequeras
Ocultas bajo palabra en las cajas de cigarrillos
en signos nenúnfares cogiendo descaradamente con la lengua dentro
Escupo los diccionarios alumbrado por el ojo tuerto de un reflejo perdido
Espejos en los que el gato mira su mutación humana
a la mujer desnuda que sostiene la navaja en su muslo izquierdo,
tu lacerante jugo esquizofrénicamente tocado con mis dedos.
Y levantarme así del suelo
con alucinaciones pétreas sumergidas en un oxímoron acuático imposible
Lejos de la imagen
Cerca de las supuraciones en la almohada
De mi libreta vacía
De mi teléfono siempre muerto de tu voz en Bruselas
La realeza abandonada en las cloacas de un sueño
Rex ohne dictum
Y duerme
Y escorpiones gritan tras las cajas de zapatos
Y no hay poema
Mi brazo levanta hojas del otoño que no sale de este cuarto
sin ventanas destrozadas que laman tu fotografía
ácida de mnémas
de estirpe infinitamente paria de tus lágrimas
Sólo las risas
Y les escucho
encogido de hombros
si minuto este silencio
por: carlos ajís
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